11 cosas que hacer en las Cataratas del Niágara con niños
Las cataratas del Niágara son el escenario perfecto para una excursión en familia y ¡ofrecen muchas posibilidades! ¡Que las disfrutéis!
Seguramente ya sepas qué ver y qué hacer en las Cataratas del Niágara, pero, ¿sabes cómo adaptar la visita a los más pequeños de la casa? Las cataratas de Niágara son un enclave natural único que encantará tanto a grandes como a pequeños. A sus alrededores hay infinidad de planes para hacer con niños, ¡te contamos al detalle cómo planear tu viaje!
1. Navegad en el crucero Maid of the Mist o en el Hornblower para que alucinen
Ambos cruceros hacen el mismo recorrido, aunque el Maid of the Mist parte desde el lado estadounidense y el Hornblower del canadiense. Los distinguiréis por el color de los chubasqueros que os dan al subir y que resultan muy prácticos porque en los veinte minutos que dura el trayecto se acercan tanto a las cataratas que además de quedarte con la boca abierta ante la grandeza del espectáculo, te mojas.
Los niños (y no tan niños) lo pasan fenomenal. Ambos cruceros tienen varias cubiertas y espacios interiores, por lo que puede disfrutarse del espectáculo también si el clima no acompaña. En cualquier caso, una muda de ropa para evitar resfriados no está de más.
2. Lleva a los niños a la Cueva de los Vientos y deja que se sorprendan con el ascensor
Vas a encontrar muchos lugares en los que las vistas de las Cataratas del Niágara serán alucinantes, pero en la parte inferior del río tienes uno muy especial: Cave of the Winds o la Cueva de los vientos. Si contratas una visita, ya sea como parte de un tour organizado o como acceso por cuenta propia, los niños viajarán en un ascensor hasta una plataforma que conduce a una de las vistas más impresionantes de las cataratas.
¡Ojo! Tendréis las cascadas encima, así que cuenta con que os vais a mojar, aunque eso solo aumentará la diversión de los más pequeños, claro está.
3. Haz que los niños se lleven de recuerdo unas vistas de película
Las alturas nunca estuvieron tan cerca: en tan solo cincuenta y dos segundos, el ascensor de la torre Skylon te llevará a la última planta, que se encuentra… a 230 metros. Y eso no es todo, ya que allí hay un restaurante que se encuentra en una planta giratoria para que no te pierdas nada mientras cenas. De hecho, si quieres tirar la casa por la ventana y reservar un tour por las Cataratas del Niágara con paseo en helicóptero y almuerzo en Skylon Tower.
Desde la plataforma de observación puedes ver no solamente las cataratas, sino una extensa vista de Estados Unidos y Canadá. Especialmente recomendado al final del día, cuando comienzan a encenderse las luces de las ciudades. ¡Impresionante!
4. Disfrutad un final de jornada de fuegos artificiales
Nunca mejor dicho: Los viernes, sábados y festivos el entorno único que son las cataratas del Niágara se vuelve aún más especial gracias a los espectáculos de pirotecnia.
Aunque desde el Skylon Tower la vista es privilegiada, los fuegos artificiales pueden disfrutarse plenamente a pie de catarata. Y también podéis aprovechar para reservar un tour nocturno por las Cataratas del Niágara. Un regalo a los sentidos, tanto para los niños como para los mayores y un broche perfecto a la visita.
5. Haced uno de los trekkings del Parque Estatal para disfrutar de un escenario impresionante
Si tus niños son de los que les gusta moverse y hacer actividades al aire libre, este es vuestro recorrido. El Parque Estatal Whirpool ofrece una vista impresionante de las cataratas. La subida a la cima cuesta un poco, pero el camino merece la pena y en la parte superior del parque hay espacio para darnos una buena recompensa en forma de picnic mirando el río Niágara. ¡Para no perdérselo!
No hace falta reservar entradas ni pagar un precio adicional: sigue los senderos marcados al ritmo que marquen los pequeños de la casa hasta merenderos y miradores.
6. Que los niños aprendan disfrutando en el paraíso de las aves: Bird Kingdom
Bird Kigdom es una de las atracciones más famosas del Niágara, y no es para menos, ya que se trata del mayor aviario en libertad del mundo. Sí, como lo oyes: un edificio enorme habilitado para que vuelen pájaros libremente.
La visita incluye una exposición sobre las cataratas del Niágara y sobre aves, pero la parte más conocida es en la que se puede tomar contacto con los animales. ¡Es muy emocionante! A los niños les fascina sujetar loros y guacamayos, o ver de cerca otros animales como serpientes, tortugas o incluso dragones barbudos. Si te documentas un poco antes de ir podrás aprovechar y explicar a los niños qué animales son los que están viendo y la visita se convertirá en educativa además de en divertida.
7. ¿Quién dijo miedo? Para los niños más valientes, ¡la tirolina!
Todos hemos sentido ese subidón de adrenalina al montar en tirolina y dejar de tocar suelo, ¿verdad? Pues imagínate que la tirolina en cuestión recorre a 70 km/h. la espectacular bajada hacia las cataratas del Niágara. ¡Una experiencia así no se olvida!
La tirolina es apta para niños a partir de siete años, pero hasta los trece han de ir acompañados por un adulto. ¿Ya tienes ganas? Las entradas se pueden comprar en taquilla al pie de Clifton Hill y el precio es de unos 50€ por persona.
8. Recorred juntos Clifton Hill, una calle única
Por algo se conoce Clifton Hill como ”la calle de diversión más famosa del mundo”: se trata de un parque de atracciones a diez minutos de las cataratas. Los niños se lo pasan en grande con las casas encantadas, el mini golf temático de dinosaurios o la noria de cincuenta y cuatro metros con unas vistas que en un día despejado llegan… ¡hasta Ontario!
Sean cuales sean los gustos de tus peques, en Clifton Hill hay mucho por descubrir. Para los mayores también hay tiendas de souvenirs y museos para curiosos: el museo de los Records Guinesso el Museo y teatro en 4D de rarezas Ripley. Un plan completo e ideal si eliges la excursión de dos días a las Cataratas del Niágara en lugar de la excursión de un día.
9. Lleva a los niños a comer al Rainforest Café
Ya sabemos al viajar con niños que el tema de la comida puede ser delicado. ¡No te preocupes! La oferta gastronómica de Clifton Hill es también muy variada. Aunque nunca está de más llevar algo para picar o tener el snack favorito de tus peques a mano, en Clifton Hill puedes encontrar desde comida rápida a cocina de calidad.
Y si quieres, además de comer, llevarte una experiencia única, visita el Rainforest Café: un restaurante temático cuyas puertas abren paso a la selva. Dentro hay un ambiente tropical con vegetación, animales, sonido ambiental y alguna que otra tormenta. En lo referente a comer en las Cataratas del Niágara también tienes muchas opciones. ¡Échales un vistazo antes de llegar al parque!
10. Si lo vuestro son las mariposas… ¡os va a encantar!
A nueve kilómetros al norte de las cataratas del Niágara se encuentra el conservatorio de mariposas, en el que multitud de especies vuelan a lo largo y ancho de cuarenta hectáreas. Podéis observar más de dos mil mariposas de sesenta especies tropicales diferentes.
Si queréis que los niños tengan una experiencia completa, os aconsejo que ese día vayan vestidos con colores vivos, ya que es más probable que las mariposas se sientan atraídas por esos tonos y acudan a posarse para que los pequeños puedan observarlas de cerca.
11. Pasea con tus niños por Niagara on the Lake: la perla de la zona
Para disfrutar de una escapada tranquila con los pequeños de la casa, hay una población al norte de las cataratas que os ofrece un escenario de película. Se llama Niagara on the Lake en honor al lago que la preside, y que se encuentra rodeado de casitas entre las que da gusto perderse.
En esta pequeña población los niños pueden pasear tranquilamente en un entorno cultural y natural más relajado que el que se ha formado alrededor de las cataratas del Niágara. El paisaje de la pequeña ciudad está muy cuidado para un día de turismo en familia.
Consejos para organizar tu excursión con niños a las Cataratas
Planifica tu viaje con tiempo
Coordinar los gustos de toda la familia no siempre es sencillo, sobre todo, cuando viajamos con niños, pero como habéis visto, en las Cataratas del Niágara hay todo tipo de atracciones Puede ser toda una experiencia preparar el viaje juntos de este modo, entre todos podéis elegir lo que más os guste.
Explícales lo que van a ver
Para sacar el máximo partido, puedes ofrecer a los niños un contexto para que disfruten al máximo de su viaje por ejemplo con películas como "Up" de Pixar o "Piratas del Caribe".
Saca las entradas por adelantado
Lo más importante es reservar, la excursión a las Cataratas del Niágara o con antelación. Además, una vez allí, tanto para cenar en la Torre Skylon o navegar en el crucero Maid of the Mist, es mejor reservar o sacar las entradas por anticipado.
Recuerda que lleven ropa y calzado adecuados
La visita a las cataratas del Niágara ofrece mucha actividad tanto a niños como a adultos, pero en el caso de los niños es incluso más importante que lleven ropa cómoda con la que puedan disfrutar a tope, por supuesto, que lleven ropa de muda y no estrenen zapatillas durante ese día.