Excursión a Auschwitz desde Cracovia

Lo has visto en muchas películas, algunas especialmente emotivas como La Lista de Schindler o El Pianista: Auschwitz es tristemente el campo de concentración más conocido en todo el mundo. Lo cierto es que vivir la experiencia in situ en esta excursión será, como puedes esperar, todavía más conmovedora. Pero ¿por qué recomendamos entonces una visita tan dura? La respuesta la tienes grabada en uno de los barracones de Auschwitz: “Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”.

Y eso es el campo de concentración nazi más grande de la historia, un recordatorio vivo de la tragedia que asoló al mundo durante la Segunda Guerra Mundial. ¿No recuerdas para qué se construyó? No te preocupes, para poder entender mejor el contexto histórico y conocer en detalle los sucesos que allí se vivieron, tendrás durante toda la excursión el acompañamiento de un guía, fundamental en este tipo de visitas.

Auschwitz-Birkenau es un inmenso complejo construido por las autoridades alemanas nazis en 1940 en los suburbios de Oświęcim, a 50 km de Cracovia. Para llegar hasta allí, la mejor opción es reservar esta excursión con los traslados de ida y vuelta incluidos desde Cracovia. Te ahorrará toda la organización. Es muy fácil: solo tendrás que reservar el día y la hora que mejor te venga y estar listo en el lugar de encuentro para comenzar tu viaje. 

La entrada a los dos campos principales está incluida en este pack. En ambos te espera un recorrido duro: caminarás por el terreno que pisaron muchas de las personas que perdieron allí sus vidas, verás los barracones originales donde vivían en condiciones inhumanas e incluso observarás algunos de los objetos personales que se conservan en el museo. 

Pero uno de los puntos más desgarradores de esta excursión posiblemente será la parada que hará el guía en los crematorios. Es el lugar donde se llevaron a cabo las ejecuciones masivas por parte de los nazis para exterminar en su mayoría a judíos... Exacto, allí verás los restos de las conocidas cámaras de gas, testigos mudos de las atrocidades cometidas en el campo. Eso sí, todo en un ambiente de respeto y absoluta honra a las víctimas. 

Es difícil ponerse en el lugar de las personas que vivieron (y murieron) en Auschwitz. Pero, créenos, el impacto de esta visita dejará huella en ti y te invitará a una profunda reflexión. Y en cualquier caso, ya sabes, recordemos la historia para evitar que se reproduzca…