10 cosas que ver y hacer en Praga en Navidad

Sin importar la época en la que vayas, todo lo que hay que ver en Praga la convierte en una ciudad mágica capaz de fascinar a sus visitantes desde el mismo momento que empiezan a pasear por sus calles. Desde su espléndido castillo a sus edificios barrocos, pasando por la historia escondida en el barrio judío o la belleza del puente de Carlos, la capital checa nunca defrauda a nadie.

Toda la magia que desprende parece intensificarse cuando se viaja a Praga por Navidad. Sus calles, monumentos y escaparates adquieren otra dimensión gracias a la iluminación navideña y sus plazas se llenan de fabulosos mercados que sirven como punto de encuentro para visitantes y locales. Si te decides a visitarla en esa fecha, aquí te dejo algunas actividades que no puedes dejar de hacer.

Uno de los grandes atractivos de Praga durante la Navidad son, sin duda, los mercados navideños que se instalan en muchas de sus plazas. El más importante es el de la plaza de la Ciudad Vieja, al que debes acudir con ánimo de pasear sin prisas y de disfrutar del gran ambiente que se genera.

Durante todo el mes de diciembre, esta plaza se convierte en uno de los centros de la Navidad en toda Europa. El mercado navideño de la plaza de la Ciudad Vieja está compuesto por alrededor de 30 casetas en las que se vende desde artesanía a los clásicos platos navideños de la gastronomía del país.

Durante todo el día, desde primeras horas de la mañana, se vive un ambiente inolvidable por toda la plaza. Si vas de noche, puedes aprovechar para hacer un tour nocturno por Praga, uno de los mejores tours de la ciudad, para descubrir sus rincones con la iluminación navideña.

A pesar de la fama del mercado de la plaza de la Ciudad Vieja, en Praga vas a encontrar muchos otros lugares en los que se instalan este tipo de mercadillos. Te recomiendo que intentes acercarte a algunos de los que te expongo:

• Mercado del castillo de Praga: si ya has realizado alguno de estos tours al castillo de Praga habrás comprobado que su fama es bien merecida. Lo que quizás no sepas es que en Navidad se instala un mercadillo que, a pesar de su menor tamaño, es una visita obligada por el entorno que lo rodea. En concreto, los puestos se encuentran dentro de la zona amurallada, justo detrás de la catedral.
• Mercado de la plaza de Wenceslao: es el único en toda la ciudad que puede competir en tamaño con el de la plaza de la Ciudad Vieja. En sus casetas ofrecen comidas típicas de estas fechas, además de productos artesanos. Destaca, además, su gran árbol de Navidad. Este mercado suele abrir a las 10:00 de la mañana y no cierra hasta las 22:00, aunque los puestos de comida alargan este horario hasta la medianoche.
• Mercado de la plaza Námêsti Republiky: en otra de las plazas situadas en el centro de la ciudad se instala un mercado navideño especializado en comida. Parte de su encanto reside en su ambiente compuesto casi en exclusiva por gente local, ya que normalmente acuden pocos turistas a visitarlo. Su horario va desde las 10:00 a las 19:00 horas.
• Mercadillo de Havel: si quieres viajar en el tiempo, este mercado es perfecto para ello. Para empezar, lleva celebrándose desde el siglo XIII y sus organizadores han intentado conservar la misma estética para disfrute de sus visitantes. Abre a las 6:00 de la mañana y cierra a las 18:30.

Si has investigado qué hacer en el barrio del castillo seguro que tienes apuntado en tu lista dar un paseo por el llamado Callejón del Oro. Si vas en Navidad, la visita es aún más imprescindibles, ya que te vas a sentir como si estuvieras en el interior de un cuento.

Además de los encantos propios de este lugar, en Navidad aparece una decoración que aumenta su magia, comenzando por el muérdago que se coloca en las pequeñas puertas de cada edificio.

En esta zona vivían en la antigüedad (según reza la leyenda) alquimistas que trataban de convertir los metales en oro. De esta búsqueda proviene el nombre del callejón, que hoy se ha convertido en una de las atracciones turísticas más visitadas en la ciudad.

Afortunadamente, si vas a Praga en diciembre, además de disfrutar del ambiente navideño, vas a poder visitar la zona sin las aglomeraciones típicas de la temporada alta.

Las vistas desde la torre del Ayuntamiento son magníficas sin importar cuándo subas a ella. Sin embargo, si lo haces en Navidad te vas a encontrar con un espectáculo diferente. Desde las alturas vas a poder tener una visión completa del mercado de la plaza de la Ciudad Vieja y, además, podrás contemplar desde el mejor lugar posible el enorme árbol que se instala en esas fechas.

Este árbol de Navidad mide unos 19 metros de altura y es transportado cada año desde la región de Bohemia Central. Para hacerlo aún más espectacular se colocan miles de adornos, además de una fantástica iluminación.

Precisamente, un buen momento para subir a la torre es sobre las 16:30 de la tarde, cuando se produce el encendido del árbol con un espectáculo de luces y música totalmente inolvidable. Si no puedes en ese momento no te preocupes: el espectáculo se repite cada hora hasta las 20:30.

Y no dejes de visitar el Belén de la plaza

Para sacarle todo el partido posible a la plaza no puedes perderte en sensacional Belén viviente que se instala en ella. Sin duda, es una de las mejores cosas que puedes hacer si has viajado a Praga con niños, ya que van a poder ver, además de los clásicos personajes del belén, a algunos animales como cabras y burros.

Nadie que acuda a Praga puede dejar de visitar todo lo que ofrece el puente de Carlos. Pasear por él es una de las mejores experiencias de la ciudad y permite disfrutar de unas maravillosas vistas del castillo. En Navidad, ese encanto se incrementa al añadirse a su atractivo una bella iluminación y, en ocasiones, la nieve.

El puente más antiguo de la ciudad, ya que fue construido en 1402, es bellamente adornado para las fiestas navideñas. Si nieva, además, el paseo se convierte en algo absolutamente mágico. Te recomiendo detenerte para poder ver la imagen del castillo también iluminado y, si puedes, tomar una foto del mismo.

No solo el puente de Carlos se beneficia de la iluminación navideña. Todas las calles principales de la ciudad se engalanan a partir de los últimos días de noviembre con luces, figuras navideñas y guirnaldas. Entre las zonas más recomendables se encuentran la calle Karlova o el barrio de Malá Strana, al otro lado del río.

Si has planeado pasar la Nochevieja en la capital checa solo puedo darte la enhorabuena. A pesar del frío, hay pocos lugares como Praga para despedir el año y dar la bienvenida al año nuevo.

La ciudad celebra esa ocasión por otro lo alto. El lugar central de las celebraciones en la plaza de la Ciudad Vieja, donde el Reloj Astronómico cuenta los últimos segundos del año. Nada más terminar la cuenta atrás, el cielo de Praga se ilumina con un gran espectáculo de fuegos artificiales.

Estos fuegos artificiales no solo se pueden ver desde la plaza, ya que hay otros lugares que ofrecen unas vistas espectaculares, como el propio puente de Carlos o alguno de los miradores situados en el barrio del castillo.

Para disfrutar de la cena de Nochevieja vas a poder elegir entre varias opciones interesantes. Para los que busquen algo informal, lo mejor es acudir a algún mercado navideño y pedir algún plato típico en los puestos de comida que se instalen.

Los que prefieran una cena más formal tampoco van a tener problemas, ya que algunos de los mejores restaurantes de la ciudad ofrecen un menú para esa noche.

Cena a bordo de un barco sobre el Moldava

Entre las opciones existentes para pasar la Nochevieja hay una muy especial: contratar un pequeño crucero por el río Moldava. En estos paseos se incluye la cena, música en vivo y bailes hasta el amanecer, sin olvidar la estupenda situación para ver el espectáculo de fuegos artificiales.

Una de las actividades más esperadas por los checos en el invierno en Praga es patinar sobre hielo. En Navidad, con más tiempo libre, se multiplican los que buscan alguna de las pistas que se montan a lo largo de la ciudad para pasar unas horas de diversión. Si quieres unirte a ellos, no dudes en alquilar unos patines y lanzarte.

Al abrirse varias de estas pistas no vas a tener problemas en encontrar una que te guste. Para orientarte, aquí te dejo algunas de las más populares:

• Parque de Letná: en este bello parque se suelen instalar dos pistas de patinaje diferente, una para adultos y otra para niños. Además, también cuenta con unas gradas con asientos con calefacción por si tienes que esperar a los que sí se han atrevido a patinar.
• Mercado de frutas de Praga: en pleno centro de Praga, a poca distancia del Teatro Estatal, se encuentra el mercado de las frutas. Aquí se instala una pista considerada como la más bonita de la ciudad, algo a lo que contribuye su entorno lleno de edificios históricos. La entrada a la pista es gratuita, aunque deberás alquilar los patines.
• Torre de Televisión de Praga: la zona de picnic situada bajo esta gran torre alberga también cada año una concurrida pista de patinaje.
• Centros comerciales: en el caso de que el tiempo no acompañe pero no quieras perderte esta actividad, varios centros comerciales de la ciudad instalan su propia pista de patinaje. Las más conocidas se encuentran en la Galería Harfa y en el centro comercial Arkády Pankrác.

Una de las ventajas de viajar a Praga en Navidad es que vas a poder aprovechar interesantes descuentos en la vida cultural de la ciudad. Al ser temporada baja, muchos teatros ofrecen entradas a precios más económicos de lo habitual.

La oferta cultural de la capital checa es bastante intensa y las fechas navideñas no son una excepción. Así, vas a poder asistir a representaciones teatrales, ballet, ópera o conciertos en iglesias por bastante menos de lo habitual.

Además, los propios habitantes de la ciudad utilizan un truco cuando no han podido comprar la entrada con antelación: acudir a la taquilla poco antes de que comience el evento para ver si se ha quedado una plaza libre. Si es así, normalmente el precio se reduce aún más.

Entre los eventos más interesantes a los que se puede asistir en Navidad se encuentran los conciertos de la Ópera de Praga, aunque los organizados en algunas iglesias no se quedan atrás en cuanto a calidad. En cualquier caso, si no puedes asistir a ninguno de ellos siempre te quedará la opción de escuchar a los muchos músicos callejeros que se instalan en las principales plazas de la ciudad.

Si has hecho algún tour gastronómicos ya tendrás alguna idea de cómo es la gastronomía checa. Si no, aquí te dejo mi artículo sobre que puedes comer en Praga. Sin embargo, como en todos los países, hay algunos platos que se comen tradicionalmente en Navidad y que no debes perderte.

La mayoría de ellos los vas a encontrar en los mercados navideños que se instalan en las plazas de la ciudad. Si hay algo que no va a faltar en ninguno es el svařák, la versión local del vino caliente con especias típico de toda Centroeuropa. En este caso, la bebida es algo más fuerte en cítricos que en otros países.

Otra bebida que los checos consumen en cantidades durante la Navidad es el chocolate caliente. Como el vino, se trata de una bebida perfecta para aliviar el frío de estas fechas, además de ser absolutamente delicioso.

Además de estas bebidas, no puedes abandonar Praga sin haber probado alguno de los siguientes platos:

• Trdelnik: el dulce por excelencia de los puestos de la ciudad. Se trata de un rollo de canela que se ofrece en multitud de tiendas en todas las calles del centro.
• Pražká šunka: jamón cocido que suele servirse con pan.
• Salchichas: en los mercados navideños vas a encontrar un número casi inabarcable de salchichas elaboradas tradicionalmente.
• Halusky: un plato que suele venderse al peso y que está compuesto por patatas, col fermentada y bacon.

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Los que se encuentren en Praga el día de San Nicolás van a ver las calles inundadas de demonios y ángeles. No se trata de una especie de Halloween, sino de una de las celebraciones más queridas por los checos.

Aunque no te disfraces, el ambiente en la ciudad es extraordinario y te sentirás dentro de una especie de cuento medieval. En cierto sentido, este tipo de fiestas entronca con la historia de la ciudad que conocerás si haces algún tour de fantasmas por la capital checa.

Ese día, el centro de la ciudad es llena de gente disfrazada de Čertí (el Demonio en checo) y de Anděl (el Ángel) en una fiesta que tiene a los niños como protagonistas.

Según la tradición, San Nicolás visita los hogares de los más pequeños acompañado de estos dos personajes. Allí, pregunta a los niños cómo se han portado y los que han sido buenos recitan un poema o cantan alguna canción y, después, reciben por parte del Ángel un premio en forma de dulces.

En cambio, aquellos niños que no se han portado tan bien solo van a recibir un saco de carbón, además de una advertencia del Demonio que los amenaza con llevárselos si no cambian.

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No creo que nadie se sorprenda si digo que la Navidad en Praga es bastante fría. Las máximas no suelen pasar de los 2º C, mientras que las mínimas llegan con facilidad a los -4ªC.

Por otra parte, en esta época son bastante habituales las nevadas, aunque la ventaja es que los días que nieva suelen ser algo menos fríos.

Aunque siempre es buena idea comprobar la previsión del tiempo
antes de viajar, no cabe duda de que hay algunos artículos que no pueden faltar en tu maleta.

Para empezar, no olvides llevar un buen abrigo, además de algunas camisetas térmicas o, incluso, leggins para ponértelos debajo de los pantalones.

Tampoco pueden faltar prendas como una bufanda, un gorro y unos buenos guantes. En cuanto a los zapatos, procura que sean abrigados y cómodos. Igualmente, es interesante que cuenten con buenas suelas por si nieva.