12 cosas que ver y hacer en Dublín con niños
Dublín con niños es siempre una buena idea, pero viajar con ellos siempre requiere buscar planes específicos para que no se aburran
La gran cantidad de monumentos y planes que ofrece Dublín hacen que la ciudad sea un gran destino para pasar unos días de vacaciones. Sin embargo, si vas a viajar con niños, es posible que tengas algunas dudas sobre qué puedes hacer con ellos para que no acaben aburriéndose.
Por suerte, la capital irlandesa es un destino ideal para entrar en contacto con la naturaleza sin abandonar la ciudad. Durante los meses cálidos podrás pasear por los parques y a lo largo de la costa. En invierno tampoco faltan actividades bajo techo para toda la familia. ¡Sigue leyendo y descubre cuales son!
1. Busca los duendes locales
En el folclore irlandés, los leprechaun son unos hombre diminutos y barbudos vestidos con un traje verde, zapatos con hebillas y un sombrero de copa. Solitarios por naturaleza, viven en lugares remotos y custodian unos tesoros. Según cuenta la leyenda, encuentran monedas de oro enterradas, las sacan y las esconden en unas ollas al final de los arcoíris.
El Museo del Leprechaun es el lugar ideal para conocer los mitos irlandeses y emprender un viaje de regreso a la infancia. Uno de los ambientes más apreciados es la sala con objetos gigantes para que los niños puedan sentirse como verdaderos duendes.
La institución cultural se encuentra en pleno centro de Dublín, a mitad de camino entre el río Liffey y la céntrica Parnell Street (Jervis Street 1). De todas formas, si tus hijos son un poco más mayores, puedes optar por un tour en el autobús fantasma donde escucharéis historias escalofriantes típicas irlandesas.
2. Cruza la ciudad sin caminar demasiado
Dublín es una ciudad de tamaño mediano y es fácil recorrerla andando. Sin embargo, cuando viajas con niños es mejor no recorrer largas distancias. Una buena manera para hacerlo es reservando un autobús hop on/hop off
Existen varias rutas disponibles, algunas se centran en el casco viejo de la capital irlandesa, mientras que otras alcanzan puntos más alejados como la costa o la fábrica de Guinness. A menudo los autobuses turísticos están incluidos en la tarjeta Dublin Pass.
3. Escápate a Cork
Si te quedas en Dublín unos cinco días, puedes aprovechar la ocasión para visitar una localidad cercana. Para los viajes en familia recomiendo siempre hacer una excursión a Cork, la segunda ciudad de Irlanda. Su tamaño es diminuto y hay miles de actividades pensadas para los peques de la familia.
Se encuentra en la costa meridional de la isla y se puede recorrer fácilmente andando. Tras un paseo a los pies de la Catedral de St. Fin Barre y el Castillo de Blarney, puedes dedicar el resto del día a las siguientes atracciones:
- Inish Beg Estate: una caza al tesoro específicamente pensada para los peques (Baltimore, West Cork).
- West Cork Model Railway Village: una miniatura de los pueblos que crecieron a lo largo de la antigua vía férrea. Dispone también de un pequeño tren donde los peques pueden subir (Inchydoney Road, Clonakilty).
- The Donkey Sanctuary: un refugio que da cobijo a más de 1.800 asnos y mulos, animales dóciles que los niños pueden acariciarles sin problemas. (Liscarroll, Mallow).
- Airtastic: un gran espacio cubierto con inflables, trampolines, bowling y otras atracciones. Es una buena opción en caso de lluvia (Unit 5, Eastgate Retail Park, Little Island, Co. Cork).
- Toy Soldier Factory: una fábrica de miniaturas que organiza unos talleres de pintura para que los niños puedan colorear las figuras que desean. Sus reseñas son excelentes (Kilnamartyra).
- Playground de Plaza Fitzgerald: un área de juegos muy completa. Cuenta con un muro de escalada de 2,6 metros, un castillo y un barco de madera, toboganes, columpios y una pirámide para escalar.
4. Recorre Dublín de forma divertida
Los niños no suelen ser muy fans de estar horas y horas recorriendo una ciudad a pie, y esto es algo que puede poner un poco difícil los viajes con ellos. Pero lo bueno es que en Dublín, al igual que en otras ciudades turísticas, suele haber una alternativa que a los más pequeños siempre les atrae: la bicicleta.
En Dublín puedes reservar un tour en bici por la ciudad y descubrirla mientras tus hijos pasan un buen rato. Estos recorridos suelen durar alrededor de dos horas y media, un horario más que aceptable para que los niños no se empiecen a cansar.
Además, lo mejor de todo es que hay una parada para reponer fuerzas, lo que también ayudará a que los niños puedan seguir con la ruta sin dificultades. Desde mi punto de vista, los tours en bici son la mejor manera de que adultos y niños disfruten juntos descubriendo una ciudad nueva.
5. Descubre la ciudad desde el agua
Si hay otro transporte que también suele gustar mucho a los niños como alternativa a caminar ese es sin duda el barco o el crucero. Y, por supuesto, también gusta mucho a los mayores.
Los más pequeños suelen disfrutar mucho las vistas desde el agua y les fascina estar subidos a este tipo de embarcaciones. Además, los recorridos no suelen durar más de una hora, lo que ayuda a que no se desesperen y disfruten al completo de toda la experiencia.
Las vistas de toda la ciudad serán increíbles y podréis ver a lo lejos lugares emblemáticos como el puente Ha'penny, la Custom House y el barrio de Docklands, entre otros. Te recomiendo contratar un crucero por Dublín con tiempo si realmente quieres disfrutar de la experiencia, sobre todo en temporada alta si no quieres quedarte sin sitio.
6. Explora el parque principal de la ciudad
Phoenix Park es el pulmón verde de Dublín. El parque vio la luz en el siglo XVIII por voluntad de James Butler, duque de Ormonde y virrey de Irlanda. Si en principio el área estaba destinada a las maniobras militares, pronto fue reconvertida en una reserva de caza destinada a la nobleza. Los ciervos que trotan en las praderas son los descendientes de aquellos cérvidos introducidos siglos atrás.
En la actualidad, el Parque de Phoenix ocupa una superficie de más de 700 hectáreas y es uno de los más antiguos de Europa. Si quieres que tus peques vean estos Bambis de cerca, te recomiendo visitarlo entre semana, preferentemente por las mañanas.
Recomendaciones para visitar el parque
- Los ciervos suelen estar en el campo cerca de la Papal Cross, enfrente de la residencia de los embajadores estadounidenses y en las proximidades de Castleknock.
- No está permitido alimentar los ciervos ni acariciarlos.
- Si viajas en diciembre es una parada obligada, pues hay mercadillos, espectáculos de magia, marionetas y paseos a caballo.
7. Revive el pasado en Dublinia
¿Te gustaría saber cómo se vivía en el Medievo? ¿Quieres conocer cómo era la vida en un barco vikingo? Para encontrar una respuesta a estas preguntas te recomiendo llevar tus peques a Dublinia, un museo interactivo dedicado a la historia de Dublín, desde la época de los guerreros norteños hasta la actualidad.
Dublinia cuenta los principales hitos de la ciudad a través de exhibiciones interactivas y otras actividades, incluidas algunas enfocadas a los más pequeños. El museo se encuentra en Saint Michaels Hill Christ Church y abre de 10:00 a 17:30.
A poca distancia se encuentra uno de los principales monumentos de la ciudad, la Catedral de la Santísima Trinidad (Christ Church Cathedral), así los adultos podréis disfrutar también de la visita.
8. Descubre las preciosas playas irlandesas
Visitar Dublín en verano te dará la oportunidad de disfrutar del litoral. Irlanda es un paraíso natural y cuenta con playas maravillosas como Banna Strand, Inchydoney o Dog's Bay. Sin embargo, para disfrutar del mar no hace falta alejarse demasiado de la capital.
Sigue leyendo y descubre las mejores riberas cerca de Dublín donde los niños puedan bañarse, jugar y levantar castillos de arena.
- Bray: si tus hijos tienen entre 8 y 16 años pueden ponerse a prueba con surf, kayak y SUP. Otras actividades muy populares son Squirrel Scramble, las excursiones a la colina Bray Head y el acuario Sea Life. Desde Dublín, te bastará coger el ferrocarril eléctrico DART (Dublin Area Rapid Transit) hasta la parada Bray (Daly)
- Dollymount Strand: es la playa más cercana al centro de Dublín y mientras los peques juegan en la arena, puedes tomar un café en Happy Out. Para llegar desde el centro, te bastará coger el autobús 20 y bajar en la parada de Bull Beach
- Howth: antes de llegar a la playa, pasea entre el puerto y el muelle para ver las focas. En la localidad hay cuatro playas y las más indicadas para las familias son Claremont y Balscadden Bay. Alcanzar esta localidad es muy fácil, tendrás que coger el DART y bajar en Howth
- Dun Laoghaire: las familias con niños pequeños suelen escoger Sandycove por sus aguas bajas y tranquilas. También en este caso, puedes llegar hasta aquí con el DART (hasta la parada Sandycove and Glasthule)
- Portmarnock: la playa más bella es sin duda Velvet Strand. Coge es el autobús H2 hasta la parada Coast Road, Stop 3616
9. Entra al paraíso de los chocolateros
En las afueras de la capital irlandesa se encuentra un destino obligado para los amantes de los dulces: The Chocolate Warehouse. Los tours empiezan con un breve vídeo que explica la historia del chocolate.
Sucesivamente, verás cómo se elaboran bombones y huevos de Pascua, aunque la mejor parte llega después. La tercera y última parte es un taller: ¡te pondrán un delantal y podrás decorar las chocolatinas!
The Chocolate Warehouse está regentado por Natasha Caffrey, la nieta de Thomas Caffrey. Puede que su nombre no te diga nada pero Thomas Caffrey es una verdadera institución. Conocido como “El Willy Wonka irlandés” empezó a elaborar dulces en 1930 cuando fundó la confitería Caffrey. Sus creaciones más famosas son las barritas Big Time, los Snowballs (marshmallow recubierto de chocolate) y los bombones Tea Cake.
10. Admira de cerca los animales salvajes
Cerca del parque de Phoenix se encuentra otra etapa obligada de cualquier viaje a Dublín: el zoológico. Se compone de diferentes hábitats y los más destacados son:
- Wolves in the Woods: recrea las selvas donde viven y cazan los lobos grises.
- Kaziranga Forest Trail: la casa de los elefantes asiáticos.
- Sea Lion Cove: el ambiente que hospeda una colonia de leones marinos de California.
Para llegar hasta aquí puedes optar por el autobús. Las rutas 25, 26, 46A, 66, 66A, 66B, 67 y 69 paran en las proximidades del zoo de Dublín.
11. Entra en el parque de aventuras más grande de Dublín
Si visitas la capital irlandesa en primavera o verano puedes dedicar un día a Fort Lucan. Es todo un clásico de la ciudad y es visitado cada año por miles de turistas y lugareños.
Tus peques podrás deslizar en sus largos toboganes, subir las redes de un barco pirata o ponerse a prueba en el Crazy Golf, un minigolf con temática vikinga. Puedes llegar fácilmente con el autobús (línea C3 desde la parada Merchant's Quay).
12. Refúgiate en el Museo de las Ceras
En caso de lluvia y vientos, puedes optar por una clásica atracción familiar, el Museo Nacional de Cera. Se hospeda en el edificio Lafayette de Westmoreland Street, a escasa distancia del río Liffey y de la estatua de Daniel O'Connell, uno de los monumentos más importantes de la ciudad.
Sus estancias más destacadas son las Cámaras de Terror (con unos espeluznantes Hannibal Lecter y Drácula) y Wax World, un espacio con Batman, Peppa Pig, Harry Potter y otros personajes famosos.
¿Es Dublín una buena ciudad para ir en familia?
¡Por supuesto que sí! En primer lugar, la capital irlandesa tiene un tamaño reducido y podrás recorrerla fácilmente tanto a pie como en transporte público. Además, Irlanda es famosa por sus espléndidos paisajes y las épocas más templadas (por ejemplo el mes de mayo) son ideales para dar unos paseos.
Las rutas urbanas más aconsejables son:
- North Bull Island
- South Wall Walk: un paseo que empieza en Pigeon House Road y termina en el Faro de Poolbeg.
- Dodder Walk: un sendero que bordea el arroyo homónimo.
Los parques de Dublín son perfectos para correr y desahogarse y en caso de lluvia puedes seguir disfrutando de la naturaleza en el Jardín Botánico Nacional que alberga plantas, flores y arbustos en unos grandes invernaderos.
Otras opciones en interior son Funtasia Drogheda (un parque acuático con toboganes, tirolinas y otras atracciones) o Jump Zone, un parques deportivo con trampolines.