Lisboa en 3 días: consejos, qué ver y mucho más
Si tenemos tres días para visitar Lisboa, nos dará tiempo para conocer sus principales monumentos y además hacer una excursión a sus alrededores.
Si estás planificando un viaje a Lisboa de tres días debes saber qué es lo más recomendable para ver en Lisboa en ese tiempo. Por suerte, en 72 horas nos dará tiempo para conocer lo esencial de la capital lusa y además hacer una excursión a uno de los enclaves más importantes de los alrededores de la ciudad. Para que disfrutes de tu viaje te dejo este itinerario de tres días pensado para sacar el máximo partido a la ciudad portuguesa.
Día 1: Centro histórico de Lisboa: Barrios de Alfama, la Baixa, Chiado y Barrio Alto
Vamos a dedicar el primer día de nuestro viaje a Lisboa a conocer a fondo el centro histórico de la ciudad, formado por los barrios de Alfama, la Baixa, Chiado y el Barrio Alto.
Estos barrios albergan muchos de los principales puntos turísticos de la ciudad y se pueden recorrer a pie en una sola jornada. A continuación, te comparto cuáles son los lugares imprescindibles que ver en cada uno de ellos:
Mañana en el barrio de Alfama
El lugar ideal para comenzar nuestra visita a Lisboa es en el barrio de Alfama. Este barrio crece bajo el castillo de San Jorge y en sus empinadas calles se respira la auténtica esencia de Lisboa. Originalmente fue un barrio de pescadores y hoy en día se ha convertido en la zona más genuina de la capital y cuna del fado, el género musical más popular de Portugal.
Este barrio tiene varios puntos imprescindibles para visitar:
- Sus miradores, como el de Portas do Sol o el de Santa Lucía, que nos ofrecen unas vistas muy bellas y completas de la ciudad.
- El castillo de San Jorge.
- El Panteón Nacional.
- La catedral de Lisboa.
Reservar un tour guiado por Alfama es la mejor forma de empaparse de la cultura de Lisboa y de conocer su historia, los mejores enclaves e incluso el origen del fado portugués.
Paseo por la Baixa y Chiado
Después de pasar la mañana en el barrio de Alfama toca visitar los barrios de Baixa y Chiado. Desde Alfama se puede bajar andando y comenzar a ver estos barrios por la plaza de Pedro IV, junto a la cual se encuentra el mercado da Baixa, donde podemos aprovechar para comer para luego bajar por la Rua Augusta hasta la plaza del Comercio. Esta calle comercial une las dos plazas más importantes de Lisboa.
La Plaza del comercio es uno de los puntos neurálgicos de la ciudad. Se accede a ella atravesando el Arco de Rua Augusta, al que se puede acceder para subir a su mirador. En la plaza tenemos la estatua de José I y su muelle desde el que podemos disfrutar del río Tajo.
Una excelente opción para conocer el barrio Chiado consiste en reservar un tour por Lisboa, que recorre esta zona así como los principales monumentos de la ciudad. Ah, y también incluye una cata de vino, tapas y pasteles de nata. ¡Delicioso!
Acabar el día por lo alto
Ya por la tarde podemos deshacer nuestros pasos por la calle Rua do Ouro hasta el elevador de Santa Justa. Este es un ascensor que llega a una pasarela a 45 metros de altura que une los barrios de la Baixa y el Chiado. Se puede subir a su terraza que hace de mirador antes de salir por la parte superior y visitar el convento do Carmo.
La iglesia del convento se quedó en ruinas tras el terremoto de 1755 y actualmente se pueden visitar ofreciendo una postal muy especial. Pocas veces se puede contemplar una iglesia gótica cuyo techo es el mismo cielo. El convento también acoge el museo arqueológico de Do Carmo.
Las calles contiguas al convento ya pertenecen al Barrio Alto de Lisboa. Es un barrio vanguardista lleno de vida y actividad y es la zona ideal para cenar y acabar la jornada disfrutando un rato de la vida nocturna de la ciudad.
Día 2: Excursión a la villa de Sintra
El segundo día de nuestra estancia en Lisboa se puede aprovechar para hacer una excursión de un día fuera de la ciudad. Al destino bien merece la pena dedicarle casi un día entero. Se trata de la Villa de Sintra, un complejo de palacios declarado Patrimonio de la Humanidad en 1995.
En este enlace tienes toda la información que debes conocer para llegar de Lisboa hasta Sintra, aunque en mi opinión lo más aconsejable es reservar una excursión a Sintra desde Lisboa. En la villa de Sintra hay mucho que ver, por lo que nos llevará casi un día entero conocerla. Los principales monumentos que debes visitar son:
Palacio da Pena
El Palacio da Pena es el monumento más conocido y visitado de Sintra gracias a su variedad arquitectónica y sus llamativos colores. El edificio es relativamente moderno, ya que se construyó en el siglo XIX, y es considerado como uno de los palacios más bellos de Europa. El eclecticismo es una de las señas de identidad del Palacio da Pena por su mezcla de estilos como el románico, el mudéjar e incluso el gótico.
Aunque el exterior tiene muchísimo encanto y los jardines reales que lo rodean son dignos de ver, el interior del palacio se puede visitar y es también espectacular, por lo que te recomiendo comprar una entrada para el Palacio da Pena.
Quinta da Regaleira
La Quinta da Regaleira es otro espectacular palacete del complejo de Sintra. Históricamente vinculado a los ritos masónicos, es un lugar lleno de simbolismo y misterios, por lo que es muy recomendable visitarlo con guía para descubrir todos sus secretos.
El pozo iniciático en sus jardines es uno de sus puntos más impactantes. Se trata de una torre invertida, de ahí el apelativo de pozo, con una escalera en espiral que recorre sus 9 pisos.
El Palacio Nacional de Sintra
En el centro de Sintra y visible desde casi toda la villa se encuentra el Palacio Nacional. Es un peculiar edificio de estilo arabe coronado por dos peculiares chimeneas. En este caso el principal atractivo está en el interior, ya que sus salas tienen mosaicos formados por azulejos muy bien conservados.
El Palacio de Monserrate
El Palacio de Monserrate es menos conocido que los otros palacios, pero también por ello se ha ganado la fama de ser la joya escondida de Sintra. El edificio tiene una arquitectura claramente influenciada por el estilo arabe y un espectacular jardín con más de 3.000 especies de plantas exóticas.
Estos son los monumentos esenciales de Sintra pero hay alguno más que merece la pena visitar si nos da tiempo como el Castelo dos Mouros, el Convento dos Capuchos o el Chalet y jardín de la Condesa.
Día 3: El barrio Belém en profundidad
Técnicamente, Belém no es un barrio de Lisboa. En su día fue una localidad aparte pero el crecimiento de la capital acabó por absorber esta zona que alberga algunos de los monumentos más conocidos de la ciudad y de todo el país.
En el tercer y último día por Lisboa podremos conocer en profundidad esta zona y visitaremos el Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belém, dos de los símbolos más importantes de Lisboa, además de otros monumentos y experiencia propios de esta histórica zona.
Para llegar hasta él la mejor opción es coger el tranvía número 15 desde el centro. Se tarda unos 20 minutos. Desde la plaza del Comercio tenemos una parada y además cerca de la misma plaza están los muelles desde los que podemos coger un barco para ir navegando por el Tajo como alternativa.
Monasterio de los Jerónimos
El primero y fundamental punto que debemos visitar en Belém es el impresionante Monasterio de los Jerónimos. Y digo el primero ya que es el monumento más visitado de Lisboa y entre las colas y todo lo que hay que ver del complejo es fácil que se nos vaya gran parte del día. No obstante, todo el tiempo que le dediquemos está justificado.
El monasterio fue declarado Patrimonio de la Humanidad gracias a su valor arquitectónico y artístico. Su claustro e iglesia fueron frutos de la época dorada de los descubrimientos en Portugal lo que se refleja en la magnificencia del lugar.
Reservar entradas al Monasterio de los Jerónimos de manera anticipada es casi obligatorio, debido a la cantidad de gente que lo quiere visitar. El precio de la entrada es de 17 € y abre todos los días de la semana a excepción de los lunes.
Degustar los pasteles de Belém
Tras la visita al monasterio toca degustar una de las tradiciones más reconocidas de Belém: sus pasteles. Estos dulces de hojaldre y crema los hacían los monjes jerónimos y se pueden probar por toda Lisboa. Aunque el lugar por excelencia para ello es la fábrica original, que se encuentra justo al lado del Monasterio de los Jerónimos.
Después de comer y reponer fuerzas, es casi obligado probar estos pasteles junto a un café si queremos vivir la experiencia de Lisboa completa.
Monumento a los Descubrimientos
Este espectacular monumento de 50 metros de altura se construyó en el año 1960 para conmemorar los 500 años de la muerte de Enrique el navegante y como homenaje a todos los aventureros y descubridores que marcaron la historia de Portugal. Se encuentra a orillas del Tajo y solo tenemos que cruzar la amplia avenida que hay frente al monasterio para llegar.
Torre de Belém
La Torre de Bélem es uno de los símbolos de Lisboa. Desde el monumento de los descubrimientos solo tenemos que seguir la avenida Brasilia en dirección oeste alejándonos del monasterio para llegar. Se tardan 5 minutos en llegar hasta sus jardines y encontraremos la torre pegando al río.
De hecho, este pequeño fuerte se adentra en el Tajo y, además de su cometido defensivo, hizo las veces de cárcel y de faro. Su arquitectura es bastante peculiar para este tipo de construcción y se puede acceder al interior para visitar los calabozos y su azotea con vistas al río.
Desde la orilla de la torre hay unas vistas espectaculares del río y del puente 25 de abril, el puente colgante más largo de Europa.
Museos de Belém
Si después de ver estos monumentos nos sobra tiempo y nos hemos quedado con ganas de más, Belém nos ofrece la posibilidad de visitar sus numerosos museos. Las opciones que tenemos son:
- El museo de Carruajes.
- El museo de Arte Contemporáneo de Berardo.
- El museo de la Electricidad.
- El museo de Arte Popular.
- El Museo Nacional de Arqueología de Lisboa.
Este último es mi recomendación, ya que se encuentra en el ala este del Monasterio de los Jerónimos y alberga la colección arqueológica más importante de Portugal, pero, como ves, el barrio de Belém alberga opciones para todos los gustos.
La mejor manera de concluir nuestro viaje a Lisboa es asistir a un concierto de fado, para vivir una experiencia 100% lusa.