10 cosas que hacer en Estambul en julio
La luz estival de julio hace que Estambul luzca con todo su esplendor. A pesar de que el calor aprieta, se pueden encontrar remansos de frescor en el interior de sus mezquitas, palacios y jardines y además de sus atractivos habituales la ciudad ofrece algunos eventos que no debes perderte.
Si estáis pensando en viajar a la antigua Bizancio o Constantinopla en el mes de julio vais a encontrar un clima bastante caluroso y un gran número de turistas. Sin embargo, la cantidad de cosas que Estambul ofrece a sus visitantes hace que sea sencillo planificar la estancia de manera que las visitas sean lo más cómodas posibles. Sin olvidar, claro, que vais a poder asistir a un par de eventos muy interesantes.
Lo mejor para aprovechar el tiempo es combinar las visitas imprescindibles (Santa Sofía, la Torre del Gálata, la mezquita Azul y muchas otras) con otros atractivos menos conocidos y, por lo tanto, con menos visitantes. Deja los primeros para la primera hora de la mañana, última de la tarde o la hora de comer y dedicar el resto del tiempo a descubrir los rincones secretos de Estambul.
1. No te pierdas el Festival Internacional de Jazz de Estambul
Si te gusta el jazz y vas a viajar en julio estás de suerte. No solo podrás hacer interesantes tours por los monumentos más representativos de Estambul , sino que vas a poder asistir a los conciertos que forman parte del Festival Internacional de Jazz de la ciudad, uno de los más importantes del mundo.
Desde 1994 se viene organizando este festival por parte de la Fundación de Estambul para la Cultura y las Artes (IKSV). Durante el mismo se celebran numerosos conciertos de jazz, soul y blues por parte de figuras internacionales y locales de estos géneros musicales. El festival también da la oportunidad a los jóvenes talentos de darse a conocer durante las tres semanas que dura el evento.
Uno de los atractivos del festival (que puede atraer hasta a los que no les guste mucho este tipo de música) es que los conciertos tienen lugar en diversas partes de la ciudad, incluidos algunos edificios históricos de gran interés.
Aunque las sedes cambian cada año, lo que hace necesario comprobar la programación antes de ir, en ediciones anteriores se han desarrollado conciertos en lugares como el museo Arqueológico, parques, barcos sobre el Bósforo o el la iglesia de Santa Irene, sin olvidar algunos de los mejores clubes nocturnos de Estambul.
2. Acude a uno de los conciertos en Rumeli Hisari
Desde hace ya varios años, la fortaleza de Rumeli Hisari acoge una serie de conciertos, sobre todo de música clásica y ópera, durante todo el mes de julio. Aunque el lugar vale la pena por sí mismo, si eres de los que quieren disfrutar de este tipo de música en un entorno maravilloso deberías intentar acercarte alguna noche.
Rumeli Hisari fue construida en 1452 por el sultán Mehmed II en las costas europeas del Bósforo. Posiblemente hayas visto su figura recortada sobre una colina si has hecho alguno de los cruceros por esta zona. En concreto, se encuentra en el distrito de Sarıyer.
La fortaleza alberga hoy un museo y un teatro al aire libre, lugar en el que se celebran los conciertos a partir, normalmente, de las 21:00 de la noche. Además, el complejo cuenta con un precioso jardín en el que puedes ver objetos como balas de cañón y parte (según se afirma) de la cadena que cerraba el Cuerno de Oro para evitar las invasiones.
El barrio en el que está ubicado es conocido también por sus numerosos restaurantes de pescado, más económicos y menos turísticos que los situados en Kumkapi.
Cómo llegar a Rumeli Hisari
Aunque puedes llegar en taxi, la manera más cómoda de alcanzar la fortaleza es el autobús de la línea 25 desde la plaza de Taksim o con el 40 desde Dolmabahce.
3. Prueba un balik ekmek (bocadillo de pescado) bajo el puente del Gálata
En ocasiones las mejores comidas en una ciudad no tienen lugar en lujosos restaurantes. En el caso de Estambul, donde te recomiendo hacer algún tour gastronómico por Estambul, vas a encontrar pocas experiencias más agradable que tomar un estupendo bocadillo de pescado justo al lado del puente del Gálata.
Allí están instalados una serie de barcos especializados en servir esta sencilla pero sabrosa comida. Aunque puedes acudir durante todo el año, las temperaturas del mes de julio hacen que sea el momento ideal para sentarte en las mesas que colocan y disfrutar del balik ekmek, nombre que recibe el bocadillo.
Mi recomendación es que vayas a cenar (suelen cerrar sobre las 22:00 – 22:30), puesto que en verano al mediodía es casi imposible encontrar sitio. Lo curioso es que, a pesar de estar en una zona muy turística, enfrente del Bazar de las Especias y de la mezquita Yeni, la gran mayoría de los comensales son locales.
Una vez que encuentres una mesa tienes que acudir al barco a pedir tu bocadillo. Ver preparar la caballa (que queda sin una sola espina en solo unos segundos) es un auténtico espectáculo. Después, tendrás que solicitar la bebida a alguno de los trabajadores que van entre las mesas. También puedes pedir mejillones y un vaso lleno de encurtidos que te van a ofrecer.
4. Haz una pequeña travesía hasta Anadolu Kavagi
Fuera de la temporada de lluvias, aunque con el inconveniente del gran número de turistas, una de las mejores actividades que pueden hacerse durante el mes de julio en Estambul es recorrer el Bósforo hasta llegar a Anadolu Kavagi, la última localidad antes de llegar al mar Negro.
La ruta parte desde el embarcadero de Eminonu y durante la misma vas a poder ver desde el barco edificios tan impresionantes como el palacio de Dolmabahce o las mansiones situadas en la orilla del mar. Si tienes suerte, como me pasó la última vez que realice este recorrido, es posible que veas delfines jugueteando alrededor de la embarcación.
El ferry realiza dos paradas antes de llegar a su destino final, Sariyer y Kamlica, aunque te recomiendo que no te bajes hasta llegar a Anadolu Kavagi.
Una vez en el pueblo, antaño una pequeña localidad de pescadores y con una gran base militar debido a su situación geográfica, lo mejor es subir hasta el castillo Yoros. Más allá de ver sus ruinas, desde su posición vas a poder disfrutar de unas increíbles vistas al mar Negro.
Después de bajar del castillo (y siempre pendiente del horario de vuelta del ferry), te recomiendo que entres en alguno de los restaurantes del pueblo. En casi todos ellos ofrecen un menú cerrado (bastante económico) compuesto por calamares, mejillones rellenos y pescado. Hasta hace unos pocos años, aún se podía ver cómo se elegía el pescado directamente de los barcos que llegaban a la localidad, pero hoy en día (por causas supongo sanitarias) ese aspecto ha desaparecido.
5. Visita Ortakoy para disfrutar de sus cafeterías al aire libre
Uno de los mejores lugares para escapar de las aglomeraciones propias del centro histórico de Estambul durante el verano es el barrio de Ortakoy, situado casi debajo del puente del Bósforo.
Esta bonita zona no solo se caracteriza por su ambiente juvenil, sino también por la presencia de varias cafeterías al aire libre perfectas para pasar el tiempo durante los largos días del mes de julio. Las vistas al barrio asiático de Üsküdar son también otro de los atractivos que presenta la zona.
Además de estas cafeterías, no deberías perderte la pequeña pero estupenda mezquita de Ortakoy, situada prácticamente sobre el agua.
Por otra parte, también vale la pena pasear por las calles situadas detrás de la plaza de Ortakoy. En los últimos años se han llenado de cafeterías, restaurantes y bares que presentan una gran animación y, de hecho, se ha convertido en uno de los lugares de moda para disfrutar de la noche en Estambul.
Cómo llegar a Ortakoy
Se puede llegar a la plaza de Ortakoy dando un paseo de media hora desde el palacio de Dolmabahce, a donde es fácil desplazarse con el tranvía desde la propia Sultanahmet.
Otra opción es llegar al palacio y allí coger el autobús de la línea 22 hasta el propio barrio de Ortakoy.
6. Pasa un día divertido en el parque temático Isfanbul
Si has ido con niños a Estambul y quieres ofrecerles unas horas de diversión posiblemente no haya ningún lugar mejor en la ciudad que su parque temático Isfanbul, antiguamente Vieland. Además, al ser al aíre libre, julio es el mejor momento para visitarlo.
Este gran parque es muy frecuentado por las familias de Estambul los fines de semana, por lo que quizás sea mejor que vayas en algún día laborable. Entre sus principales atracciones se encuentra una enorme montaña rusa que llega a alcanzar los 110 kilómetros por hora. Si te parece demasiado, no te preocupes, el parque tiene atracciones para todas las edades, además de un área de tiendas y de restaurantes.
Para aliviar el calor, por ejemplo, también puedes montar en la travesía de rápidos llamada Çilgin Nehir, con embarcaciones con capacidad para 9 personas.
Aunque puedes llegar en autobús (línea 36CE desde Karakoy, cruzando el puente del Gálata), lo más cómodo es que contrates una excursión que incluye las entradas y el transporte.
7. Disfruta del frescor del parque de Gülhane y de los jardines del Topkapi
Durante vuestra estancia en Estambul en el mes de julio os va a apetecer el algunas ocasiones buscar sitios frescos para escapar del calor. Sin salir de los lugares imprescindibles que ver en la ciudad, os voy a recomendar dos que, además, podéis ver en la misma mañana o tarde.
El primero es el parque Gülhane, al que podéis llegar andando o con algún autobús turístico de Estambul. Este gran jardín es el más antiguo de la ciudad y durante un tiempo formó parte del palacio Topkapi.
El parque ha sido restaurado en los últimos años y hoy alberga alguno de los mejores museos de la ciudad. Por sí mismo se trata de un gran sitio para pasear por sus senderos a la sombra de la vegetación o sentarse en alguna de las terrazas situadas en la zona más cercana al mar y disfrutar desde ellas de fabulosas vistas a la parte asiática de la ciudad.
Antes o después de relajaros en Gülhane es imprescindible que visitéis el palacio Topkapi, la residencia de los sultanes otomanos durante siglos.
El palacio, enorme, cuenta con diferentes zonas que visitar, desde las estancias en las que se encuentra en tesoro hasta las que albergan varias reliquias religiosas, sin olvidar el harén, para mi la más valiosa.
Tampoco faltan los jardines en el complejo, con muchas fuentes para aliviaros del calor estival de la ciudad. De hecho, no es extraño encontrar visitantes haciendo un pequeño picnic en los mismos jardines del palacio.
Si vais en el tranvía tendréis que bajaros en la parada llamada Gulhane. No os despisteis, ya que hay otra parada llamada Topkapi que está en sentido contrario y que no tiene nada que ver con el palacio.
8. Cena en barco por el Bósforo
El buen clima de julio hace que sea el momento perfecto para embarcarse en un crucero turístico y recorrer el Bósforo. Esta actividad no solo te va a permitir disfrutar de una fantástica cena y de un espectáculo de danza del vientre, sino que te va a enseñar algunos de los mejores monumentos de Estambul desde una perspectiva diferente.
El crucero comienza al atardecer, por lo que serás testigo de cómo se pone el sol por detrás de la mezquita de Suleiman. Ya con la iluminación nocturna, pasarás por detrás del Topkapi, de la mezquita Azul o del palacio de Dolmabahce, en una ruta tan bella que no sabrás muy bien en qué parte fijarte.
9. Prueba el ayran para refrescarte
Una de las bebidas más utilizadas por los turcos para refrescarse en los largos días del mes de julio es el ayran. Mi recomendación es que te atrevas a probarlo en alguna de las terrazas situadas en la planta de abajo del puente del Gálata o desde algunos de los miradores que se encuentran en las calles que salen desde Istiklal Caddesi.
El ayran, junto con el raki, está considerada la bebida nacional del país. Su composición es bastante simple, ya que solo contiene yogur, agua y un poco de sal. Este contenido hace que sea perfecta para recuperar la sal que el cuerpo va perdiendo debido al sudor.
Hoy en día es complicado encontrar en Estambul ayran casero, pero su versión más comercial es también estupenda. Aunque no todos acaban por encontrarle la gracia a la bebida, nadie debería dejar de, al menos, probarla.
Joaquin’s Traveller Tip
Es posible que su base de yogur haga pensar a muchos que se trata de una bebida típica de los desayunos. Sin embargo, la realidad es que se suele tomar durante las comidas y que si lo pedís para desayunar os vais a encontrar con una mirada de incomprensión por parte del camarero.
10. Recorre el barrio de Fener
Entre las desventajas que tiene viajar a Estambul en julio se encuentra el gran número de visitantes que recibe la ciudad. Sin embargo, la mayoría de ellos tienden a concentrarse en Sultanahmet y la zona de la torre del Gálata, mientras que otras muchas zonas de enorme interés reciben mucha menos atención. Te propongo, por lo tanto, que hagas un pequeño recorrido por una de esas zonas: Fener.
Fener es, sin duda, uno de los mejores barrios de Estambul para visitar. En su origen, era el barrio griego de la ciudad y nada más adentrarse en él vas a descubrir que sus calles son estrechas y escarpadas. No te preocupes si pierdes el sentido de la orientación, ya que es lo normal en la zona. Descubre sin prisa las preciosas casas otomanas de colores que van a salirte a cada paso mientras contemplas la vida del barrio, con sus niños jugando a la pelota.
Un edificio que no debes perderte es el Liceo Griego Ortodoxo, fácilmente reconocible por sus ladrillos rojos. Por una escalera cercana vas a llegar a la
iglesia de Santa María de los Mogoles, conocida también como la iglesia Roja.
Otros lugares de gran interés son el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla y la catedral de San Giorgio, que no debes perderte.
Ya en la orilla del Cuerno de Oro, en la zona que delimita el barrio de Fener del de Balat, vas a encontrar la iglesia Búlgara de San Esteban, construida totalmente de hierro.
Tiempo en Estambul en julio
Julio es uno de los meses más calurosos en Estambul, algo que deberás tener en cuenta a la hora de planificar tu viaje. La media de las máximas es de unos 28º C, mientras que el promedio de las mínimas se queda en unos 20º C. En cualquier caso, lo mejor es que compruebes la previsión meteorológica antes de viajar.
El calor no impide que sea un mes bastante lluvioso y no debe extrañarte que estalle alguna tormenta corta pero intensa mientras paseas por sus calles.
Cómo moverse por Estambul
A pesar de su gran tamaño, Estambul no es una ciudad complicada para moverse por ella. Eso sí, el coche propio no es una buena opción, ya que el tráfico es una auténtica pesadilla.
La red de transporte de la ciudad está compuesta por el metro (que apenas vas a utilizar por no estar situado en la zona más turística), el tranvía (lo más útil), autobuses y los muy convenientes ferries.
Para utilizar cualquier tipo de transporte debes sacar la Istanbulkart, una tarjeta monedero que puedes cargar con la cantidad que quieras. Obviamente, también puedes comprar los billetes individuales, pero vale la pena hacerse con la tarjeta en cualquier máquina cercana a las paradas o en las situadas en el centro de la ciudad.