Excursiones a las cascadas Seljalandsfoss en Islandia

Islandia es famosa por sus hermosos paisajes, pero también por su amplia gama de experiencias de aventura. Avistar ballenas, rutas hacia los geisers, tour en helicóptero: hay miles de cosas que ver y hacer en Reikiavik y alrededores.

Este artículo se centra en una atracción específica: las cascadas Seljalandsfoss. Se encuentran a poca distancia de una carretera principal y por lo tanto, es una de las atracciones más visitadas de la isla.

Estas excursiones recorren la zona sur de la isla e incluyen una etapa en la cascada de Seljalandsfoss. Habitualmente, el tour se detiene en este punto durante más o menos media horas y supone la última parada antes de volver a Reikiavik.

Antes de llegar a las cascadas, el vehículo para en:

• Hekla, el volcán más activo de Islandia. Sus erupciones regulares le han valido el apodo de “Puerta del Infierno”. A pesar de su nombre terrorífico, no es raro ver en sus alrededores unos espléndidos caballos islandeses. Son distintos de los ejemplares europeos: son pequeños, fuertes y al mismo tiempo muy cariñosos. Si te apetece conocerlos, te recomiendo leer el artículo sobre los mejores tours a caballo en Islandia
• Reynisfjara, una llamativa playa de arena negra con un acantilado de columnas de basalto. ¡Es tan hermosa que parece falsa! En este espléndido paraje nidifica el Puffin o Frailecillo atlántico. Estos pequeños pájaros negros de pecho blanco son muy queridos y hay excursiones para verlos de cerca. Una de estas es la Puffin Cruise desde Reykjavik
• Skógafoss, el salto de agua que esconde un tesoro. Según el folclore local, el navegante Thrasi escondió su cofre aquí y nunca volvió a recuperarlo
• Eyjafjallajokull, el volcán de nombre impronunciable que mantuvo en jaque a toda Europa. Su última erupción tuvo lugar en 2010 y cubrió los cielos del viejo continente con una capa de ceniza. Si no eres muy joven, tal vez recordarás que los aviones no despegaron durante una semana
• Solheimajokull, el glaciar más hermoso de la zona sur. También es uno de los glaciares de más fácil acceso desde Reikiavik

Nromalmente, estas rutas prevén una etapa en Víkurskáli, un mini market donde podrás comprar algo para almorzar: sopas, quesos, salchichas, galletas, etc. La parada suele durar una hora.

• Precio: más o menos 90 €
• Duración: 10 horas
• Punto de partida: el vehículo te recogerá en tu hotel o en un punto céntrico de Reikiavik

A primera vista, esta ruta es igual que la primera. Efectivamente, las diferencias son mínimas pero hay una localidad que se toca sólo escogiendo esta segunda opción: Vík í Mýrdal, un pintoresco pueblo con vistas al mar. No es solamente un lugar sugestivo, sino también una etapa para repostar, descansar y comer algo.

Su icono es la minimalista (y muy fotogénica) iglesia blanca y roja que domina el centro habitado desde una pequeña altura. Si tienes tiempo, puedes tomar una pinta y una hamburguesa en el pub Strondin (Austurvegur 18).

• Precio: más o menos 100 €
• Duración: 10 horas
• Punto de partida: desde tu hotel

El salto de agua se encuentra en la costa sur de la isla, a unos 120 kilómetros de Reikiavik. En el caso de que no quieras reservar una excursión organizada, tienes una única opción: el coche. Los autobuses se limitan a conectar ciudades y pueblos y no suelen parar cerca de las atracciones naturales.

No es un problema, tanto el aeropuerto como la capital albergan las principales agencias de alquiler (Europcar, Hertz, Sixt, etc). La cascada se encuentra justo al lado de la Ring Road y el trayecto dura poco menos de 2 horas. Una última cosa, antes de reservar un vehículo debes tener en cuenta algunos consejos:

• Considera alquilar un 4x4, sobre todo si piensas explorar las áreas más recónditas
• Amplía las coberturas del seguro. La mayoría de los caminos son de grava y el salpique una pequeña roca es suficiente para dañar la carrocería o, aún peor, el parabrisas
• No esperes mucho para repostar. Fuera de la capital, las estaciones de servicio son más bien escasas. Por suerte, cerca de Seljalandsfoss se encuentra una gasolinera de la empresa N1 (PQX8+RFM, Þjóðvegur, 860 Hvolsvöllur, Islandia)
• Respeta los límites. La carretera principal (Ring Road) está llena de radares. Si no fuera suficiente, ovejas y caballos suelen invadir la calzada

Hay dos corrientes de pensamiento: algunos creen que la mejor época es el invierno, otros consideran que merece la pena visitar las cascadas desde finales de mayo hasta principios de julio, cuando el salto de agua es más consistente y hay más posibilidades de ver la aurora boreal.

Sin embargo, los meses más fríos tienen un punto a favor, la nieve. El contraste con las rocas oscuras y las estalactitas de agua solidificada crean una atmósfera muy sugestiva.

Desafortunadamente no podrás caminar detrás de la cascada. El camino es demasiado resbaladizo y las autoridades no tienen más remedio que cerrarlo.

A pesar de las bajas temperaturas, las cataratas no hielan por completo. Al caer desde lo alto del acantilado, el agua se abre paso entre unas orillas heladas y recubiertas de una hermosa capa blanca.

En el caso de que viajes a Reikiavik en invierno, te gustará saber que las carreteras que llevan a Seljalandsfoss se limpian con regularidad. En cualquier caso, puedes consultar el estado de la “Ring Road” (la autopista que da la vuelta a la isla) y de las otras calzadas en la web de Road.is.

En general, media hora es suficiente. A diferencia de otras atracciones naturales del país, esta cascada es fácilmente accesible en coche y no hay un verdadero camino de senderismo.

La mayoría de los turistas llega hasta aquí, saca unas fotos, merodea un poco y luego se va. Si estás buscando algo más largo, puedes reservar un tour a la Laguna Azul desde Reikiavik o una visita al Parque Nacional de Thingvellir.

Una excursión en la naturaleza conlleva siempre un pequeño desafío. Hay que estar listo para cualquier eventualidad y el mejor consejo es siempre lo mismo: vístete en capas. Para simplificar el asunto, he dividido las sugerencias en dos puntos.

Ropa de verano

En Islandia, el verano empieza en junio y acaba a finales de agosto. Los días son muy largos: amanece muy pronto y el ocaso parece no llegar nunca. En cuanto a las temperaturas, las mínimas rondan los 10º mientras que las máximas rozan los 20º. El tiempo es muy variable y, como siempre, requiere ropa variada:

• Pantalones transpirables y repelentes al agua (no muy pesados o pasarás calor)
• Zapatos de trekking
• Camisetas de manga cortas y larga (para tener dos capas)
• Abrigo ligero
• Chaqueta cortaviento con capucha
• Orejeras
• Gafas de sol

Si es tu primera vez en Islandia, tal vez sería mejor escoger esta temporada. Para más información, te recomiendo el artículo que explica qué hacer en Reikiavik en verano.

Ropa de invierno

Normalmente, la temporada fría empieza en noviembre y termina al principio de abril. Contrariamente a lo que se pueda pensar, las temperaturas no son extremas. En Reikiavik, las mínimas no bajan de - 5º mientras que las máximas alcanzan “cumbres” de 3º/5º.

Sin embargo, el viento es una constante y aumenta la sensación de frío. Para no sufrirlo, deberás preparar bien tu maleta. El listado de abajo enumera lo que no puedes faltar:

• Ropa interior térmica en lana merino o polipropileno, es mejor evitar el algodón
• Zapatos de trekking o botas impermeables de invierno
• Pantalones de esquí, impermeables y cortavientos
• Calentador de cuello, más práctico que una bufanda
• Gorro de lana
• Chaqueta invernal de calidad
• Abrigo polar
• Guantes de esquí y guantes táctiles

Si viajas en esta época, puedes aprovechar la ocasión para comprar un Lopapeysa, el cálido jersey de la isla. Vas a encontrar una buena selección en Handknitting Association of Iceland (Skólavörðustígur 19) o el Mercadillo de Kolaportið (Laugavegur 12).

Por poder se puede, pero no es una buena idea. El impacto del agua es demasiado fuerte y estoy seguro de que no querrás averiguar las consecuencias. Si quieres darte un chapuzón, te recomiendo visitar los mejores baños termales de Islandia. ¡Volverás a renacer!

Una excursión a las cascadas es bastante sencilla: no requiere demasiados esfuerzos ni conlleva peligros importantes. Sin embargo, Islandia es un destino de aventura y los imprevistos están siempre al acecho. Sin un seguro de viaje, un esguince de tobillo o una infección podrían convertirse en un dolor de cabeza (metafóricamente).

El país del norte no pertenece a la Unión Europea y la tarjeta comunitaria vale hasta un punto. Los ciudadanos de Islandia están obligados a pagar el 15% de cualquier asistencia sanitaria y si no contratas un seguro adicional, estarás sujeto al mismo trato.

Resumiendo: vale la pena gastar un poco más para viajar más tranquilo. De este modo podrás lanzarte a realizar todas las actividades adrenalínicas que más te apetezcan: tours a caballo desde Reikiavik, senderismo por las cuevas de hielo, rutas en mountain bike y mucho más.

No, Seljalandsfoss está cerca de la carretera pero no hay ningún pueblo o ciudad importante en los alrededores. Ya sea que viajes solo o en un tour organizado, te recomiendo que traigas comida y/o bebida de la capital. En Reikiavik, los principales supermercados son:

• Bonus, el más barato de la isla. No vayas si quieres hacer una compra grande porque la selección es limitada
• Hagkaup, un poco más caro pero con supermercados abiertos 24/7
• Iceland, el destino ideal si te gustan los dulces. Durante el fin de semana hay la opción pick and mix que garantiza un descuento del 50% sobre estos productos